
Ha sido una jornada intercultural, cargada de color, alegría… donde cada uno ha compartido lo que mejor sabe compartir: sus comidas, trajes típicos, bailes, arte… 

Verdaderamente si todos miráramos el mundo con otra mirada, sentiríamos que es la tierra común, la casa que nos acoge a todos y donde todos tenemos un sitio.

Gracias a cada uno por hacer posible este bonito día y por hacernos sentir en una gran familia.