Quizás, ni su corazón ni el nuestro querría imaginar que llegaría el momento en que su camino tomara otro rumbo, aun sabiendo que este día llegaría no ha sido nada fácil ni para ella ni para nosotros, muchos años… muchas vivencias…A pesar de ello, lo que si será para siempre será nuestra unión.
Ella es una persona generosa, amable, humana, cercana, vital, positiva, que da la mano e incluso el brazo a quien la necesite…Hija única, con una familia pequeña, una madre entregadísima a su hija, a la que siempre tendrá como su pequeña, hizo de todos nosotros su familia, que como bien hace gala cada vez que alguien le pregunta ha ido caminando con todos nosotros, con nuestros días mejores y nuestros días peores, pero siempre con y para nosotros.
Con esta gran familia ha compartido sueños, sueños con los que hemos podido compartir su salesianidad, de familia y de iglesia. Ha querido hacernos llegar como su fiel seguidor Monseñor Romero promulga una humanidad mejor es posible con la ayuda de cada uno de nosotros, mirando siempre por el bien del prójimo. Mil y una aventuras hemos vivido con ella, oratorios, campamentos, reuniones, baños en la playa y piscina, caminatas por senderos perdidos con charlas a corazón abierto, viajes a Madrid, y así miles de aventuras en estos años que siempre quedaran en nuestros corazones.
Solo nos queda decirte Sor Loly Moreno que GRACIAS por ser y por estar, por vivir y crecer, por sonreír y llorar, por cantar y callar, por dar y recibir, por crecer y dar paso, por luchar y contagiar, por querer hacernos partícipe en definitiva de la creación de un mundo mejor. Este siempre será tu lugar de refugio y nosotros tu familia.