El pasado martes 5 de julio tuvo lugar la firma del Convenio de colaboración entre la Hermandad de Santa Marta y la Fundación Mornese, para sufragar nuestro proyecto “Alafia”, cuyo objetivo es el mantenimiento de un piso para mujeres inmigrantes y refugiadas
La firma se llevó a cabo por el Promotor Sacramental Pedro Millán, y Loli Moreno, actuando como testigo Andrés Laredo, por la Asociación Empresarial de Hostelería.
En este encuentro, destacamos cómo el proyecto Alafia, que significa paz en lengua árabe en el norte de África y en el Oriente Próximo, proporciona un hogar y lugar de formación a mujeres inmigrantes con hijos a su cargo en situación de irregularidad y no tienen recursos para sobrevivir ni para su inserción socio-laboral en nuestra ciudad. Actualmente este proyecto acoge a mujeres de diversas nacionalidades con sus hijos en el barrio de La Plata de Sevilla, a las que se les proporciona un plan individualizado de formación y convivencia, con el objetivo final de su integración normalizada en la sociedad, utilizando todos los recursos socio-educativos que dispone nuestra Fundación.
La aportación económica entregada, que asciende a 6.000 €, proviene del Fondo de Acción Social de la Hermandad de Santa Marta, creado gracias a las cenas benéficas celebradas los cuatro últimos años con la inestimable colaboración de la Asociación Empresarial de Hostelería de Sevilla, y del impulso de su anterior Presidente, N.H.D. Pedro Sánchez Cuerda, y de numerosos asociados que desinteresadamente ofrecen lo mejor de sus negocios para contribuir a este fin social cuyos frutos se van haciendo visibles y tangibles.
El proyecto Alafia de la Fundación Mornese
“Alafia” es un proyecto de la Fundación Mornese, que quiere proporcionar un hogar y un lugar de formación a mujeres inmigrantes mayores de 18 años con o sin hijos a su cargo en situación de irregularidad, que hayan consumido algún proyecto de acogida o sean derivadas de Centros de Refugiados y no tengan aún un recurso de emancipación para lograr su inserción socio-laboral.
Este es un recurso para acoger a seis personas en un piso en Sevilla, para lo cual se hace necesario contar con un equipo multidisciplinar que atienda de forma correcta y con calidad cada una de las áreas de intervención para el desarrollo integral de las beneficiarias y sus hijos. Este equipo está compuesto de un trabajador social, un asesor legal, una mediadora cultural o educador social, personal de servicio y gestión, así como un coordinador que vela por el cumplimiento del proyecto.
Este proyecto está dividido en cuatro fases de actuación, con una temporalidad bien definida para cada una de ellas:
1. Fase de acogida. Se le realiza una entrevista personal donde se le explica el objetivo del proyecto y el funcionamiento del hogar. Se elabora un itinerario personal junto con el beneficiario, que será acompañado durante todo el proceso.
2. Fase de adaptación. En este tiempo si el beneficiario no consigue adaptarse adecuadamente al proyecto finaliza su periodo de estancia en el mismo.
3. Fase de desarrollo. Cada beneficiaria va llevando adelante su itinerario personalizado, incidiéndose en aquello que es más necesario para cada uno, girando en torno a tres ejes: regularización de la situación jurídica, formación laboral, y formación complementaria: idioma español, búsqueda de empleo, etc.
4. Fase de emancipación. Es el periodo de acompañamiento y asesoramiento del beneficiario de cara a su próxima emancipación. Tras la emancipación definitiva se lleva a cabo un proceso de acompañamiento de cada beneficiario durante los seis meses posteriores a la salida del recurso.
De forma complementaria, a la luz de la experiencia con el colectivo de inmigrantes se prevén una serie de actividades complementarias:
– Taller de habilidades sociales
– Normas de convivencia
– Colaboración con la Fundación como voluntario
– Adquisición de destrezas para desenvolverse en el día a día: compras, gestiones, médicos…
– Salidas culturales para conocer la ciudad donde viven.
Para poder abrir y mantener la Casa de Acogida, la Fundación necesita contar con la ayuda ofrecida por la Administración para poder contratar al equipo de profesionales que lo llevan a cabo, así como sufragar la manutención de los beneficiarios. Por tanto las partidas presupuestarias irán destinadas a personal y mantenimiento de las actividades (alimentación, ropa y calzado, higiene, alquiler, etc.).