Contactamos contigo (permítanos el tuteo por la confianza que da conocer tanto tu magnífica labor profesional como tu compromiso social y periodístico con la infancia más desfavorecida), para tener la oportunidad de realizar algunas reflexiones, tras aparecer nombrados en el programa “El Objetivo: Iglesia” del pasado domingo 2 de febrero.
Queremos mostrar primeramente nuestra sorpresa al escuchar el nombre de nuestra entidad. Somos una entidad social, seguramente no de las más conocidas por la sociedad, que no estamos acostumbrados a ser nombrados en un programa de prestigio de una televisión estatal, en horario de máxima audiencia. Pero más nos sorprendió conocer el motivo, se incluía la subvención que obtuvimos en la convocaría del 0,7% para fines de sociales de 2012 como parte del “Dinero Público que recibe la Iglesia”.
Nos gustaría aclarar que la concesión de ayudas con cargo a los fines sociales del IRPF, se realiza mediante convocatoria pública de subvenciones, en régimen de concurrencia competitiva, conforme a unos criterios técnicos objetivos y evaluables. Por tanto, lo que se valora es la calidad técnica de los proyectos y la eficacia de las intervenciones propuestas o realizadas anteriormente, sin tener en cuenta, como no podría ser de otra manera, la ideología o valores de la entidad solicitante, todo ello en virtud del principio constitucional de no discriminación.
Por ello, la subvención que obtuvo la Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas responde a estos criterios objetivos y se dedica a la realización de proyectos y programas sociales con una eficacia contrastada y gran impacto en el bienestar de colectivos vulnerables.
Nos gustaría también aclarar de modo especial que la Coordinadora Estatal de Plataformas Sociales Salesianas es una entidad civil, que surge con la misión de coordinar la tarea de diversas entidades sociales de toda España que están trabajando a favor de la inclusión social de la infancia, juventud, mujer y familias más vulnerables. Coordinamos más de 300 proyectos en 120 lugares, principalmente en las periferias de las grandes ciudades, donde la crisis está causando más daño. Hablamos de barrios como las 3000 viviendas en Sevilla, Ciutat Meridiana en Barcelona, Pan Bendito en Madrid, Gamonal en Burgos, El Polvorín en Las Palmas, etc. Allí trabajamos en proyectos de apoyo socioeducativo, de inserción laboral, acogida residencial, etc.
En la actualidad, durante el presente año, estamos acogiendo, acompañando, apoyando, e insertando a más de 20.000 personas, sin distinción de clase, raza, religión, cultura, sexo, orientación sexual… Por su situación de especial vulnerabilidad, unos de los colectivos principales con los que trabajamos son los personas inmigrantes, por lo que nuestros proyectos son un mosaico de creencias, culturas y convivencia. Incluso nuestros propios educadores y trabajadores sociales tienen distintas identidades e ideologías, cosa que nos enriquece. La clave es la persona, su compromiso con el otro, con el barrio, con la transformación del entorno para construir una sociedad mejor, más digna y más justa.
Como bien conoces, somos muchas las ONGs, como la Coordinadora de Plataformas Sociales Salesianas, que tenemos un fin social, abierto a todas las personas. Entidades que estamos inmersos desde hace años en procesos de gestión de calidad, con los certificados correspondientes, cuyas cuentas han sido sometidas por propia voluntad a auditorías internas y externas. Entidades que han recibido el reconocimiento social y de otras instituciones públicas y privadas al trabajo profesional y de voluntariado bien hecho. Entidades con las que compartimos similares esquemas de financiación: las subvenciones públicas, el apoyo de empresas, los socios colaboradores… Y por supuesto, el mismo destino de los fondos: la inclusión social de nuestros destinatarios, el conseguir para ellos un empoderamiento que les haga dueños de su suerte. Y con ellas trabajamos codo a codo, como sociedad civil organizada, en espacios como la Plataforma de ONG de Acción Social o la Plataforma del Organizaciones de Infancia, por los derechos de todos y cada uno de los ciudadanos, tan pisoteados últimamente.
No acabamos de compartir, por tanto, la conexión que el programa realizó entre estos proyectos y la financiación de la Iglesia. Una cosa es la financiación de la Iglesia y otra la financiación de los proyectos sociales que realiza a través de la multitud de entidades que tienen su propia autonomía. Son realidades totalmente ajenas la una a la otra. Esa financiación, como otras financiaciones públicas que recibimos a nivel estatal, autonómico y local, responde al servicio que realizamos como entidad social y se dedica hasta el último céntimo para esos fines.
Por supuesto, tenemos absoluta disponibilidad de informar con total transparencia de nuestras cuentas (la auditoría externa de cuentas de 2012 está en nuestra web www.psocialessalesianas.org). Te haremos llegar por mensajería a la sede de Atresmedia nuestra memoria de actividades para que puedas conocer con más profundidad la labor que realizamos y nuestras motivaciones.
Y por último, y seguramente lo más importante, animarte y animar a todas las personas con responsabilidad en los medios de comunicación a mostrar (y denunciar) aún más la realidad que viven los más débiles de la sociedad. No sólo desde la fría estadística o con actos esporádicos de solidaridad, sino dando la palabra a los más vulnerables, escuchándolos a ellos y a las entidades que apuestan por ellos destinando fondos propios y de origen público a su promoción social, fomentando su participación, reclamando a los responsables políticos, financieros y también eclesiales, que el fin de la pobreza y el cumplimiento real de los derechos humanos debe ser prioridad de todos.
Por nuestra parte, estás invitadísima a acercarte a conocer cualquiera de nuestros proyectos y cuenta con nuestra total disponibilidad para poder apoyar lo que tu programa necesite si, desde nuestra modestia, podemos ayudaros a conocer más la realidad con la que trabajamos.