En la era de la información, las fake news y la desinformación están al alcance de un clic. Noticias falsas y rumores se propagan rápidamente en redes sociales, y a menudo, las personas las comparten sin cuestionarlas. Sin embargo, este tipo de contenido puede tener consecuencias graves, desde crear pánico innecesario hasta influir en decisiones importantes como elecciones, salud pública y comportamiento social.
La desinformación no solo confunde, sino que también puede ser utilizada con fines malintencionados para manipular opiniones, generar conflictos o incluso causar daño. Especialmente los jóvenes, al estar tan conectados, se ven más expuestos a caer en la trampa de noticias que parecen reales pero que no lo son.